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miércoles, 5 de diciembre de 2012

Viaje a Tonsai

Hace unos 10 días nos fuimos una semana a la playa de Tonsai, en la provincia de Krabi.

                               

Rubio llevaba todo este tiempo sin mochila y decidió que ya era hora de comprarse una, asique antes de coger el bus nos pasamos por el mercado de nuestro barrio, Khlong Toei. Se compró una mochila por 300 Baht, que son unos 7,5€, y a la que llegamos a Tonsai ya se había roto.


Cogimos el taxi con hora y media de antelación pero tardó 2 horas en llegar a la terminal sur de autobuses. Así es Bangkok con sus atascos. En 2 horas de taxi tuvimos que pagar unos 200 Baht, que son 5€. IGUALITO QUE EN MADRID QUE CUANDO ME SUBO YA LLEVO 3 EUROS!! Perdimos el bus pero cogimos otro una hora más tarde. Nos esperaban 12 horas de autobús, me he dado cuenta de que viajar con Rubio en autobús no mola nada, tiene la espalda demasiado grande y los asientos tailandeses son demasiado pequeños, de hecho el viaje de vuelta fue de  lo peor que hemos vivido, junto con la pierna de Jaco cuando fuimos a París el primer año de carrera!! Cuando llegas te dejan tirado en la estación, coges un minibús hacia Ao Nang y desde Ao Nang eliges destino, isla o playa. Muchos mochileros llegan ahí sin destino y eligen el primer barco (barquito de madera de 6 metros como los de la foto, no os imaginéis un trasatlántico) que ven. Nosotros ibamos directos a escalar chorreras a la playa de Tonsai.   

                                      

                               
Desde Ao Nang, Bob Marley nos recordaba que "every little thing is gonna be alright", y tras 30 minutos de barco, Jimmy Cliff decía "you can get it if you really want". Ahí estaba, el paraíso no podía ser muy diferente a esa playa, así que metimos nuestras mochilas en un bungalow y nos fuimos como locos con la cuerda a subirnos por todas esas paredes. 

Hicimos un par de vías, el grado no estaba tan alto como en Muak Lek, dónde sus 6b son nuestros 6c+. Aquí era clavao, te subías a un 6b y era un 6b. Escalada muy física, no logramos muchos encadenes ya que estamos "flojetes" de fuerza.                      






Entonces apareció Tobías, un alemán bajito y con gafas que llevaba unos meses viajando por todo el mundo en solitario, nos preguntó si podía escalar con nosotros y le dijimos que alquilara unos gatos. Estaba chalao el tío,tras escalar toda la tarde con este personajillo quedamos con él por la noche para tomar unas cervezas. Cada uno de los bares de Tonsai se podría definir como una cabaña de madera montada a mano donde los propios "camareros" se fuman trócolos de Marihuana a diestro y siniestro.
Una vez dicho esto te puedes imaginar al notario de Tobías dialogando con el típico rastas tailandés para que le dejase hacer malabarismos con las bolas de fuego. Ahí empezó el "SHOW DE TOBIAS", le salieron varios truquillos que nos sorprendieron a todos... y fue entonces cuando pronunció las siguientes palabras: "Do you want me to try something new?"(ajajjaajajaja, aún nos reimos cuando lo recordamos) y se intenta un mortal hacia atrás a la vez que truqueaba con las bolas de fuego. ¿Cual fue el resultado? Pues que cayó de cabeza en la arena destrozando sus gafas, quemándose el pantalón y con una nariz bien enrojecida. 



Durante los siguientes días conocimos a Marta, Bruno, Sean, Jean Paul y unos cuantos "trotamundos". Estuvimos escalando con Marta y Sean un par de días en varias zonas de escalada de grado facil pero muy bonitas... Jean Paul era un personaje, otro más de esta isla. Se pasaba el día meditando, cosa que no es tan rara si eres budista nacido en Tíbet aunque en sus ratos libres se dedicaba a babear detrás de las mujeres de la isla. Un día estábamos cenando unas hamburguesas de pollo en el restaurante al que siempre íbamos, el MAMA´S CHICKEN,  y ahí fue donde vimos a Jean Paul en estado puro, le había gustado mucho el primer bocado de la hamburguesa y se puso a mirarla fijamente en el plato... A los 10 minutos inmóvil mirando la hamburguesa y cuando todos nos empezábamos a percatar de que algo ocurría, empezaron a caer lágrimas por sus ojos, esa hamburguesa había marcado su vida, estuvo una hora y media llorando de lo agradecido que estaba al mundo por poder comerse esa hamburguesa. Y es que en esta isla había mucha gente que no estaba muy bien de la cabeza.
                                   

                                   

Te ofrecían marihuana por todas partes, hasta te vendían porros liados en las barras de los bares. Recuerdo que en Bangkok tener marihuana es una temporadita en la cárcel. La gente iba fumada y a su bola por el paraíso, tanto de día como de noche, cada cuál a lo suyo. Para que quede claro cuando hablo de fumaos me refiero al típico medio hippie que se ha pasado con las drogas y ahora sólo sonríe cuando le preguntas qué hace en esa playa. Te fijabas en la gente y alucinabas.


Y así abandonábamos Tonsai después de 5 días, sabiendo que volveremos. Uno de los mejores sitios de escalada en los que he estado en mi vida. De todos modos, para eso España no tiene nada que envidiar.